El escándalo en APTA amenaza con romper la relación Barrionuevo-Moyano
La fallida asamblea que terminó en un escándalo dejó al gastronómico en el ojo de la tormenta. El enojo porque el moyanismo apoya la lista opositora podría separar a los popes de las dos CGT que enfrentan al gobierno. Otra vez el modelo de líneas internas de Moyano enfrenta dirigentes.
El un instante, una lluvia de sillas de plástico cayeron sobre el salón del sindicato de gastronómico, en el barrio porteño de Constitución. Pocos minutos antes, afiliados a la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) buscaban formar la Junta Electoral que manejará los comicios de septiembre próximo. Cuando la oposición reclamó por las arbitrariedades en la confirmación de este cuerpo, los incidentes terminaron con el encuentro. En medio de piñas, gas pimienta y mucha violencia, quedó suspendida la elección, dejando al desnudo una feroz pelea que involucra varios de los sectores más importantes del sindicalismo argentino, y que amenaza a quebrar la relación de Hugo Moyano con Luis Barrionuevo. Lo que se juega en un gremio clave para el futuro de Aerolíneas Argentinas.
El gremio APTA está en manos de Ricardo Cirielli, un dirigente que pasó por el kirchnerismo para recalar en la CGT Azul y Blanca, la que dirige Barrionuevo. Desde ese lugar, construyó un perfil más opositor, y fue uno de los sectores que más dificultades le dio al camporista Mariano Recalde en su gestión en la aerolínea de bandera. En septiembre tendrá que revalidar su liderazgo, pero los sectores opositores internos, con apoyos variados que van desde el moyanismo hasta la izquierda, lograron una lista de unidad, y por primera vez ponen en riesgo su continuidad. Por eso, el clima de tensión que quedó al descubierto en la confirmación de la Junta Electoral.
Desde el Movimiento de Trabajadores Técnicos Aeronáuticos (MTTA), que nuclea a cuatro sectores opositores de Cirielli, denunciaron los incidentes, que dejaron 12 heridos, y acusaron al dirigente y a Barrionuevo. Según afirman, una patota del gremio gastronómico, que hacía las veces de seguridad en el lugar, fue la encargada de atacar a los opositores. “Fue una vergüenza, desde adentro del predio dieron la orden de cerrar las puertas (bajar las persianas). Cirielli y su gente se dieron cuenta que la convocatoria fue masiva y que los votos no les alcanzaba para controlar y ganar la votación. Por eso optaron por la violencia para que no se constituya la Junta Electoral opositora”, dijo el candidato del MTTA, Cristian Prado.
Cirielli fue hasta el 2007 segundo en la Secretaría de Transporte de la Nación, cuando la conducía el cuestionado Ricardo Jaime. El lugar lo ocupó gracias a su cercanía con el ahora ex funcionario, que lo recomendó a Néstor Kirchner. Pero ese año, en medio de un largo conflicto en Aerolíneas Argentinas, desde el gobierno le apuntaron por un supuesto paro encubierto, lo que fue desgastando su imagen entre los funcionarios de peso del oficialismo. Una pelea con el ministro de Planificación Julio de Vido la que terminó con su salida del gobierno.
Luego de salir del gobierno, Cirielli comenzó a cultivar un perfil opositor, y se mostró cercano a Moyano. De hecho, apoyó los paros nacionales lanzados por transporte, a través de la CATT. Pese a esto, se mantuvo en la CGT Azul y Blanca, de Barrionuevo. Cuando el proceso electoral comenzó, y la CGT Azopardo blanqueó su apoyo al MTTA, el dirigente se recortó en su par gastronómico, hoy su padrino en la pelea electoral.
“Barrionuevo está enojado por la actitud de Moyano de apoyar la oposición en APTA”, le dijo una fuente cercana al gastronómico a Gestión Sindical. Es que el camionero fue uno de los principales armadores de la lista del MTTA, que reúne a gente de la CGT Azopardo, la CTA Autónoma y del Partido Obrero (PO), entre otros. Si bien a lo largo del tiempo los dirigentes estuvieron más distanciados que juntos, desde que Moyano pegó el portazo del oficialismo su “unidad en la acción” se fortaleció.
“Moyano tiene la costumbre de fomentar líneas internas en gremios ajenos. Eso le hizo ganar muchos enemigos”. Agrega la misma fuente. Esto puede verse en episodios como el sucedido en 2011 en el Sindicato de Comercio de Capital Federal, donde el camionero apadrinó la lista de Oscar Nievas, que intentó desbancar a Armando Cavalieri de la conducción. No lo logró, y en las reciente elecciones de la federación Nievas volvió al secretariado nacional, dejando sin efecto la estrategia de Moyano. La respuesta del “gitano” fue apoyar en 2012 la movida del gobierno para quitarlo de la CGT, lo que generó la fractura de la central. Lo mismo se intentó en la Federación de peones de taxis, donde el moyanismo fomentó la candidatura del salteño José Ibarra, para enfrentar a Omar Viviani. Así, hay muchos ejemplos como el del gremio mercantil y el de los peones de taxis, un modelo que intentará repetirse en APTA.
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