El drama del desempleo: un informe alerta que en el país hay unos 500 mil “desocupados encubiertos”
Se trata de los denominados “ocupados demandantes de empleo”, cuyo peso en el mercado laboral creció notablemente en el último trimestre. Así lo analiza un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), en base a datos oficiales. Esto hace que más de cinco millones de argentinos tengan problemas laborales. Además, se denuncia que la mitad del empleo creado en el último tiempo es de cuentapropistas.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
El miércoles pasado, el INDEC confirmó que la desocupación creció en el país un punto en el primer trimestre del año, y se ubicó por primera vez en 13 años por encima de los dos dígitos, llegando a una tasa del 10, por ciento. Esto hace que unos 2 millones de argentinos no tengan trabajo, un drama que puede verse con especial fuerza en el conurbano bonaerense y algunas zonas del interior del país. La destrucción de varias áreas de la industria, la caída del consumo interno y los despidos constantes en sectores como comercio y construcción explican este fenómeno, que este año parece se profundizará.
Pero detrás de los números, casi escondidos, algunos datos muestran que el problema es mayor al admitido por los funcionarios. Es que según un informe, la medición del desempleo hay unos 500 mil “desocupados encubiertos”, que se suman a los argentinos con problemas laborales.
Según este trabajo, en la actualidad hay “5,4 millones de personas buscando trabajo”, que están ocultas en los datos oficiales. Además, se hace hincapié en las dificultades que existe en este momento para la generación de empleo, que anticipa que durante el año, incluso uno electoral, esta realidad se profundice.
Una de las caras de esta realidad es la cantidad de ayuda que gremios y movimientos sociales entregan cada día a trabajadores informales o sin empleo fijo.
El informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) analizó oficializados por el INDEC respecto a la suba del índice de desempleo. Pero la entidad que lidera el economista y ex diputado nacional Claudio Lozano asegura que hay cerca de 500 mil desempleados que permanecen ocultos entre los datos.
Se trata de los llamados “ocupados demandantes de empleo”, personas que perdieron su empleo forman y en la búsqueda de otro se ocupan en tareas consideradas transitorias, que además son irregulares y sin formalización. “Volvemos a verificar en este trimestre, un nuevo aumento de la tasa de ocupados que demandan empleo, que lleva a la tasa correspondiente al 17,5 por ciento, renovando el valor máximo de la serie publicada”, destacó el informe, al que tuvo acceso Gestión Sindical.
Hace un año, explicó el trabajo, “dicho indicador era del 15,3 por ciento, lo cual implica un aumento de nada menos que el 14,2 por ciento en la tasa y de 477.695 desocupados encubiertos más”. “El incremento de este indicador es continuamente creciente desde el año pasado, verificándose trimestre a trimestre nuevos aumentos: particularmente durante los primeros tres del corriente año la cantidad de ocupados que demandan otro empleo fue mayor en 83.796 personas, con un tasa que pasó del 17,3 al 17,5 por ciento”, agregó el informe.
De esta forma, el trabajo del IPyPP agrega un nuevo enfoque a la discusión del desempleo. “La novedad del 10,1 por ciento que ya resulta alarmante de por sí, aunque perfectamente en línea con el entorno recesivo vigente, parece un problema menor cuando se asume una concepción más amplia del desempleo.
La desocupación total (abierta y encubierta) que representa la presión real y efectiva sobre el mercado laboral asciende al primer trimestre al 27,6 por ciento de la población económicamente activa (PEA) e involucra a un total de 5,4 millones de personas como resultado de un incremento sustantivo de la tasa (que era del 24,4 por cinto un año atrás) y de la incorporación 689.495 personas más que buscan empleo durante el último año”, sostuvo el informe.
“Al avanzar un nivel más en términos de presión laboral y evaluar la disponibilidad total, es decir el peso del conjunto de fuerza laboral disponible (incluyendo a los ocupados no demandante disponibles porque trabajarían más tiempo si pudieran) se verifica uno de los síntomas más alarmantes del desajuste laboral actual: uno de cada tres personas económicamente activas ejercen algún tipo de presión sobre el mercado de trabajo conforme a un tipo de inserción laboral que no satisface sus necesidades”, insistió el instituto.
Esta realidad de los “desocupados ocultos o encubiertos” pudo verse en las ollas populares que organizaron los gremios del Frente Sindical, tanto en su paro de abril como el que lanzó la CGT en mayo. Allí, miles de empleados irregulares asistieron para llevarse un plato de comida. Lo mismo ocurre en los comedores y merenderos de los movimientos sociales.
Radiografía
La presencia de trabajadores “changarines”, que realizan tareas para sostenerse mientras llega una oferta laboral formal, inunda sus espacios. Caer en esa situación genera angustia y desesperación. Por eso los despedidos luchan de manera constante para recuperar sus puestos de trabajo, como sucedió en varios casos en el conurbano bonaerense.
En Canale, la metalúrgica de la localidad de Llavallol, los empleados realizaron changas de diversos oficios para sostener el acampe, y ahora esperan que la justicia ponga en marcha la cooperativa para recuperar la fábrica. “Son muchos los trabajadores informales que salen a rebuscarse el día, y comen en nuestros comedores”, dijo un dirigente social del sur del conurbano. Esta realidad, hasta no hace mucho ajena a los gremios, hoy es parte de la agenda que plantean sectores como el Frente Sindical de Hugo Moyano y sus aliados.
Volviendo al informe del IPyPP, se analizó la composición del mercado de trabajo, que mantiene una tasa baja de creación de empleo, que hasta el momento logro contener la tasa de desocupación. La trampa está en la composición de ese empleo, que el instituto afirma es de baja calidad.
“La gestión Macri devuelve un sostenimiento en el nivel de empleo desde el año 2015 aunque con un cambio importante en su composición al verificarse que, de cada diez ocupaciones nuevas, cinco son trabajadores por cuenta propia de subsistencia y cuatro son relaciones asalariadas que corresponden a maniobras ilegales de los empresarios”, remarcó el trabajo.
El panorama, concluyó el informe, “se completa con rasgos que han sido constitutivos del gobierno de Cambiemos: en un marco de estancamiento y ligero descenso de la tasa de empleo, hay un descenso de la tasa de asalarización, una caída de la tasa de empleo formal, 51.200 ocupados menos en la industria en el último año y un aumento del cuentapropismo (167 mil) y de los asalariados no registrados (140.500)”.
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