Visitadores médicos lanzan un plan de lucha contra los despidos y el ataque a su gremio
Desde la Asociación de Agentes de Propaganda Médica (AAPM) iniciaron una serie de protestas contra el plan de cesantías de varios laboratorios, como Elea-Phoenix, que pretende despedir a 120 empleados. Dicen que busca “debilitar la organización sindical” para imponer nuevas condiciones de trabajo. Además, denuncian que hace cuatro años no se firman paritarias en el sector.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
Con una protesta frente a la sede del laboratorio multinacional Novartis, los visitadores médicos iniciaron un plan de lucha contra los despidos en la industria farmacéutica, y denunciaron un “brutal ataque” a su gremio, la Asociación de Agentes de Propaganda Médica (AAPM). La medida se tomó en el marco de una ofensiva en distintas empresas del sector, que sólo este año ya despidieron a unos 150 empleados. El caso emblemático es el del laboratorio Elea-Phoenix, que en un principio intentó cesantear a unos 120 visitadores, entre ellos muchos delegados e integrantes del sindicato.
Bajo el argumento de los efectos de la crisis que vive el país, la industria de los medicamentos comenzó un ajuste de personal, que según la AAPM esconde un intento de “debilitar la organización gremial”.
La tensión viene de hace tiempo, y los visitadores médicos no logran firmar paritarias desde hace cuatro años, ya que las cámaras empresarias quieren una serie de reformas a las condiciones laborales para acordar aumentos que la dirigencia sindical considera inaceptable.
Pese a los argumentos de crisis, los números del sector desmienten los dichos de las empresas, ya que las ganancias proyectadas incluso para este año se mantienen altas. Además, la mayoría de los estudios indican que el precio de los medicamentos subió este tiempo por encima de la inflación real.
El plan de lucha de los visitadores médicos se aprobó en un congreso nacional de la AAPM, contra las agresiones de la industria farmacéutica”. La medida comenzó con una movilización al laboratorio Novartis, uno de los que este año despidió trabajadores, entre ellos representantes sindicales.
El gremio viene rechazando las cesantías, y acusa a las autoridades laborales de tener “complicidad con las empresas”, ya que “lograron llevarlos a cabo e incluso iniciaron una persecución contra los delegados gremiales que se negaron a aceptar sus extorsiones”. Según los números que maneja el sindicato, sólo este año uno 150 visitadores médicos fueron despedidos por la industria, tanto nacional como multinacional.
“Este ataque quieren imponer normas de control a los trabajadores, además de desconocer las leyes que regulan la actividad”, le explicó una fuente de la entidad a Gestión Sindical.
Las normas que quieren imponer se contraponen a las llamadas “leyes de profesionalidad”, que regulan el trabajo de un visitador médico, y que los laboratorios quieren eliminar. “Lo que quieren fundamentalmente es que los gerentes puedan ingresar a los consultorios, cuando la ley dice que la promoción sólo puede hacerla un visitador”, remarcó la misma fuente. Por esta puja, hace cuatro años que las cámaras empresariales se niegan a firmar paritarias con el gremio, un hecho insólito en el país.
En este contexto, el caso más preocupante es el de Elea-Phoenix. La empresa de capitales nacionales, una de las grandes del sector, quiere despedir 120 trabajadores, bajo el argumento de los efectos de la crisis y que la fusión de ambas empresas (Elea le compró Phoenix a la multinacional Glaxo) hizo que su plantel de visitadores médicos sea más grande del necesario.
En este camino, la firma presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC), que inició un proceso de negociación. A partir de esto, se logró bajar el número de despedidos, y casi la mitad acordó el pago de una indemnización del 110 por ciento. Otro problema es que mucho de los cesanteados son dirigentes del gremio.
“Para Elea es como una cruzada. Otros laboratorios no despiden delegados o representantes sindicales, pero en este caso van directo contra la organización”, alertó la misma fuente consultada. Además, se rechazó el argumento de la empresa, ya que recordaron que “Elea vendió Phoenix, y luego la volvió a comprar, por lo que no pueden decir que no conocían la estructura o la plantilla de empleados”. Por el momento las negociaciones siguen en la sede laboral, y el gremio insiste que no aceptará el accionar empresarial.
Sobre el argumento de una supuesta crisis, los datos recogidos desmienten los dichos de la los empresarios. Por un lado, los datos marcan que los precios subieron en estos tres años por encima de la inflación. Así lo indica un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), que incluso afirma que en algunas categorías, como los genéricos, los valores se triplicaron en los últimos tres años.
El informe de la UNDAV estuvo a cargo del Observatorio de Políticas Públicas, y relevó precios sobre una canasta de 123 productos de diversas características, marcas, función y origen. El resultado muestra que esos medicamentos tuvieron un aumento del 270 por ciento en el promedio acumulado entre noviembre de 2015 y mayo de 2019. En el detalle, se destacan las subas más pronunciadas en medicamentos para las tiroides (556 por ciento), ansiolíticos (450), analgésicos antiespasmódicos (437) y broncodilatadores (430).
Además de los precios, las ganancias de la industria farmacéutica se mantienen el alza. Según pudo saber Gestión Sindical, los números proyectados para este año mantienen esta tendencia, ya que si bien en unidades la venta de medicamentos bajó, la facturación se mantiene en suba, incluso en las empresas que acusan efectos de la crisis. En este punto, según datos de la industria, este año la suba en la facturación será un 37,48 por ciento más alta que en 2018.
En esa proyección, Elea-Phoenix será la segunda farmacéutica del país, con una suba por encima del 40 por ciento y una facturación cercana a los 10 mil millones de pesos. “Puede haber un desajuste en algún caso, que no ganen tanto este año, pero no pérdidas”, destacaron desde AAPM. En medio de esta pelea, el laboratorio envió a 26 dirigentes gremiales telegramas de despido por el inicial 33,5 por ciento de su indemnización.
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