En medio del primer paro nacional, afirman que ocho de cada 10 docentes está bajo la línea de la pobreza
Un trabajo del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analizó la realidad salarial del sector, y alertó sobre el drama de los “maestros pobres”. Hace un año y medio, sólo el 10 por ciento estaba en esa situación. En la primera jornada del paro de 72 horas, hubo una marcha a Plaza de Mayo, y reclamos de salarios dignos y escuelas seguras.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
Más allá de los intentos del oficialismo en todos sus niveles para intentar mostrar un normal inicio de clases, el paro docente se hizo sentir en todo el país. El reclamo de los gremios con alcance en todo el país para que se reanude la paritaria nacional –clausurada hace dos años por un decreto –fue el eje de la jornada, que incluyó a sindicatos de todos los sectores, incluyendo la educación superior.
En el marco de una negociación salarial que apenas se concluyó en un puñado de provincias, los gremios insistieron con la necesidad de recuperar el salario perdido el año pasado, que en algunos casos supera los 15 puntos. Por eso, hubo una masiva marcha a Plaza de Mayo, como parte del conflicto que se extenderá hasta el viernes que viene, cuando las educadoras serán parte del paro internacional de mujeres.
En medio de las protestas, que no estuvieron exentas de duros cruces con funcionarios y dirigentes de Cambiemos, se conoció un informe que alerta sobre los efectos de la inflación en la docencia. Según el trabajo elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en todo el país el 80 por ciento de los docentes cobran salarios por debajo de la línea de la pobreza.
El dato genera alarma, ya que hace apenas un año y medio los maestros en esa condición no superaba el 10 por ciento. Además, el informe analiza el impacto de la decisión de eliminar la paritaria nacional en el salario de los docentes. En el conflicto bonaerense, se insistió además con la necesidad de mejorar las condiciones edilicias y de seguridad en las escuelas. La respuesta de María Eugenia Vidal fue el descuento a quienes paren.
La cruda realidad
El informe del CEPA analizó la realidad de los salarios docentes respecto de la inflación que empujó la línea de la pobreza en los últimos meses. Según el trabajo del centro, al que tuvo acceso Gestión Sindical, se puede ver que “el promedio de salario bruto para un docente de educación primaria, jornada simple y enseñanza común con 10 años de antigüedad, el 80 por ciento de los docentes de la Argentina se encuentra por debajo de la línea de pobreza regional de INDEC”.
El trabajo aclaró que el cálculo realizado por el CEPA “es solo a modo ilustrativo ya que la consideración de pobreza por ingresos interviene otras variables como la cantidad de miembros y el ingreso familiar total”. “Es decir, hay docentes que pueden estar o no por debajo de la línea de pobreza tomando en cuenta estas variables, independientemente del salario docente que perciban.
Sin embargo, la estimación de una serie homogénea de salarios en relación a una serie homogénea de canasta básica total permite la comparación en el tiempo, tal como se realiza en el presente trabajo”, aclaró el trabajo. Además, se aseguró que “sólo siete provincias presentan promedios salariales por encima de la línea”.
Uno de los temas que más preocupa a los gremios docentes es que la caída de los ingresos de los docentes es muy pronunciada, y en poco tiempo alcanza a todos los niveles y territorios del país. “Si se considera el mismo cálculo para junio de 2017, los guarismos (de docentes bajo la línea de la pobreza) se invierten: casi el 90 por ciento se encontraba por encima de la línea de pobreza regional para una familia tipo”, denunció el informe de CEPA.
La cercanía del salario docente a la línea de pobreza provocó que, ante un cambio significativo en el nivel de precios y por ende en los salarios reales en 2018, una sensible porción de los docentes pasara a ubicarse por debajo de esta línea, invirtiendo totalmente la relación: si antes el 90 por ciento superaba la línea de pobreza, tan solo un año después el 80 por ciento está por debajo de la misma”, analizó el informe del centro, a cargo del economista Hernán Letcher.
Datos inaceptables
Estos resultados contundentes respecto a los docentes bajo la línea de la pobreza (cuantitativamente son cerca de 950 mil trabajadores) fue uno de los ejes de la jornada de protesta que se inició este miércoles, con una movilización a Plaza de Mayo, donde participaron los gremios de alcance nacional –CTERA. UDA y SADOP –además de sus sindicatos provinciales. Junto con ellos, los sindicatos universitarios, dando forma a una gran actividad educativa.
“La jornada de paro tuvo un altísimo acatamiento, hubo compañeros que hicieron un esfuerzo enorme para estar presentes en este acto, que da una señal muy clara de los docentes al gobierno nacional y de las provincias”, sostuvo Raúl Calamante, secretario de Organización de SUTEBA. En diálogo con Gestión Sindical, el dirigente remarcó que la marcha mostró “por un lado la necesidad de que se abra la paritaria nacional y por otro se sostenga la inversión en educación.
Cuando hablamos de salarios dignos y escuelas seguras estamos hablando de esto, que sin la paritaria nacional estamos complicados, muchas provincias están libradas a su suerte”, destacó.
Sobre los datos del CEPA, Calamante sostuvo que “sólo basta sacar las cuentas, el gobierno provincial intenta hacer una interpretación distinta, y habla de los docentes que tienen doble cargo. Para nosotros eso es una trampa”. Además, el dirigente recordó que “la jornada de trabajo no son sólo las cuatro horas”.
“Es como decir que un corredor de autos sólo trabaja el domingo, cuando corre la carrera, el resto del tiempo que le dedicas a prepararte, perfeccionarte, para el gobierno no existe. El trabajo en el aula es parte de la tarea, el resto no es reconocido”, dijo Calamante.
Un reclamo unánime
Durante la actividad en el primer día de paro, los gremios marcharon en unidad, como vienen haciendo desde que hace al menos tres años. Según los datos nacionales, sólo seis provincias lograron iniciar normalmente las clases, es decir, firmaron sus acuerdos salariales. El resto, o no comenzaron a discutir o los docentes rechazaron lo ofrecido. Esto, sumado al deterioro social que provoca la crisis, fue uno de los temas abordados durante la jornada de protesta.
“Hoy el docente tiene que estar atento a la cuestión pedagógica, y además estar atento a las circunstancias externas, de ese padre que perdió el trabajo o del pibe que llega a la escuela sin comer. Por eso nosotros articulamos con oda la comunidad, porque esta no sólo es una pelea salarial. El gobierno en la provincia de Buenos Aires intentó meter una cuña entre los docentes y los padres, pero no lograron romper la tradición de defensa de la escuela pública”, remarcó Calamante.
Además de la cuestión salarial, el informe de la CEPA abordó la importancia de recuperar la paritaria nacional docente, puesta en marcha por ley pero anulada por el gobierno de Mauricio Macri, que decidió establece r el piso salarial a partir del mínimo, vital y móvil. Según el trabajo del centro, la paritaria nacional permitía, entre otras cuestiones, la discusión sobre el monto a percibir del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID).
“Si se considera el salario original de 2018 para los salarios bonaerenses, pero estimando la evolución del FONID según la variación salarial del resto de los ítems a lo largo de ese año, el salario anual hubiese sido 4.857 pesos más elevado, es decir, 2,11 por ciento por encima del salario actual. Si, en cambio, el FONID hubiese variado considerando la evolución de 2017 o de 2016, entonces el salario docente bonaerense hubiese sido 3,95 y 4,3 por ciento superior al actual, es decir, 9.115 y 9.893 pesos anuales más respectivamente”, concluyó el trabajo.
Tensión que crece
En la provincia de Buenos Aires, luego de dos reuniones, no hubo acuerdo entre el gobierno de María Eugenia Vidal y el Frente de Unidad. Si bien hay acuerdo con la actualización a partir de los índices de inflación para este año, la diferencia se basa en los más de 15 puntos que quedan pendientes del convenio 2018. Los docentes piden que se pague esos puntos mientras la última oferta del oficialismo bonaerense fue de un 3 por ciento.
En la previa del paro, Vidal y sus funcionarios confirmaron que volverán a descontar los días a quienes se sumen a los tres días de protesta. El ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas, recordó que es una política que adoptaron en 2015 y que mantendrán hasta el final de la gestión independientemente de los conflictos que surjan con los diferentes representantes de los docentes.
Desde SUTEBA rechazaron las críticas, y remarcaron que este tipo de acciones de amedrentamientos no se vieron nunca en la Provincia. “Estas medidas dimensionan cuál es grado conflicto. Cuando tenés amenazas de descuentos, que luego se concretan, amenazas a directores y una persecución nunca antes vistas, y hay un acatamiento como el de hoy, habla que el conflicto no es un tema de la dirigencia sindical, sino del conjunto de la comunidad educativa”, concluyó Calamante, secretaria de organización del gremio mayoritario de la provincia de Buenos Aires.
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