En 2018, el salario mínimo cayó más de 10 puntos y se encuentra en niveles del 2004
Lo afirma un trabajo del Observatorio del derecho Social de la CTA Autónoma. La baja respecto a la inflación del 10,9 por ciento representa la más pronunciada en 10 años, y desde que Macri es presidente alcanza el 17,5 por ciento. Por esto, gremios piden que se adelante el llamado al Consejo del Salario, que está prevista reciñen para junio de este año.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
En la última reunión organizada en el Ministerio de Educación, los gremios nacionales de docentes reclamaron que se adelante el llamado al Consejo del Salario, que fija el mínimo, vital y móvil. El pedido se basa que sin paritaria nacional, el piso salarial de los educadores en todo el país está atado al salario mínimo, que con la inflación quedó notablemente desactualizado. Al punto perdió valor, que un estudio asegura que en 2018 perdió más de 10 puntos respecto a la inflación. Esta es la peor caída de los últimos 10 años y llevó estos haberes a niveles del año 2004. Desde que Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada, el desplome del mínimo alcanza el 17,5 por ciento, en el marco de una tendencia de caída constante, ya que desde el 2011 a la fecha sólo un año no perdió ante el aumento de precios. El mínimo es un referente para algunos sectores asalariados, y muy especialmente a los trabajadores informales. El Consejo del salario se reúne una vez al año, y hasta el momento no hay fecha para que se actualice su valor, que a junio de este año deberá alcanzar los 12.500 pesos.
Los datos sobre el salario mínimo marcan el impacto de la inflación en los ingresos de los sectores asalariados de menos ingresos. Según el informe del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma el mínimo, vital y móvil “en el 2018 se ubicó en los menores niveles en términos reales desde el año 2004”. “Ello no solo se originó en una caída del 10,9 por ciento en comparación con el año anterior, sino en un deterioro tendencial iniciado en el año 2012 que se profundizó notablemente a partir del cambio de gobierno a fines de 2015”, destaco el trabajo de la entidad, al que tuvo acceso Gestión Sindical. Según el observatorio, en mínimo alcanzó un máximo en el año 2011 y luego comenzó a caer constantemente. “El valor máximo del salario en términos reales, desde su recuperación como herramienta de política de ingresos, fue alcanzado en el año 2011 y desde entonces en todos los años, a excepción del 2015, experimentó un retroceso siendo los más importantes en 2018, 2014 (7,6 por ciento) y 2016 (5,8)”. Comparado con ese tope máximo, el año pasado “el mínimo había experimentado una caída del 24 por ciento en comparación con los niveles de 2011”.
En términos absolutos, agregó el trabajo, el valor actual del salario mínimo (11.300 pesos, con un aumento programado para junio de este año) “representa menos de la mitad de la Canasta Básica Total que el INDEC utiliza para determinar la línea de la pobreza de un hogar de cuatro integrantes, y menos del 30 por ciento del costo de la Canasta de Consumos Mínimos elaborada por la Junta Interna de ATE- INDEC”. Esto significa que los trabajadores atados a esta medición, necesitan dos salarios para no ser pobres. Si bien el mínimo es una estimación, tiene impactos indirectos sobre el conjunto de los trabajadores, ya que como remarca el informe de la CTA Autónoma “establece un piso muy bajo en materia de ingresos, y directo sobre los trabajadores y trabajadoras de la educación y de la economía popular”. En el primer caso, debido a que el salario docente está atado al mínimo, “al cual debe superar en un 20 por ciento”. En el segundo, en función de que el Salario Social Complementario equivale al 50 por ciento del mínimo. Por eso, en la reunión del lunes, los gremios que tienen alcance nacional recamaron que se adelante el llamado al Consejo del Salario, previsto para julio de este año. Así lo informaron fuentes de la cumbre a Gestión Sindical, que no descartaron que haya una medida de fuerza por este tema. Al encuentro no fueron representantes de CTERA, que ya anunciaron un paro para los primeros días de marzo, por la ausencia de la paritaria nacional. Al consejo asisten empresarios y las centrales obreras. Lo convoca el Ministerio de Trabajo, pero ante su degradación hay dudas sobre quién tiene la responsabilidad de hacer el llamado, si la secretaría de Trabajo o el Ministerio de Producción.
En cuanto a las perspectivas para el año 2019, el Observatorio del derecho Social aseguró que “están lejos de ser alentadoras, en tanto el deterioro a lo largo de 2018 fue creciente y en el mes de enero de este año se registró una caída interanual superior al 20 por ciento”. “A su vez, tan solo se encuentran previstos dos incrementos adicionales en los meses de marzo y junio que en conjunto totalizan poco más del 10 por ciento, por debajo de todas las estimaciones de inflación previstas para el primer semestre del año”, agregó el trabajo. “En este sentido, de no mediar un nuevo incremento por fuera del fijado por el gobierno nacional un año atrás, a lo largo de todo el semestre su valor se seguirá deteriorando en términos reales, con variaciones negativas interanuales de entre el 15 y el 20 por ciento”, concluyó el informe.
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