Desde el 2015, el peso de los servicios públicos en los salarios aumentó más de 10 veces

Lo dice un informe del centro CIFRA de la CTA de los Trabajadores. A partir de los ingresos promedio, determinó que la luz, gas y agua pasó de ocupar el 1,9 por ciento de los sueldos en 2015 al 13,3 por ciento en 2019. Los tarifazos de este año movilizaron a los gremios combativos, que este jueves volverán a marchar en mar del Plata. “Con estos valores los servicios están siendo cada vez más excluyente”, denuncian de la CTA Autónoma, que este miércoles protestaron frente a la secretaría de Energía y Minería.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

Con dos multitudinarias marchas en la provincia de Santa Fe, el jueves pasado la multisectorial contra el aumento de tarifas cumplió su segunda jornada de protesta. Este espacio, que reúne a los sectores combativos de la CGT, las dos CTA, organizaciones sociales y políticas, además de asociaciones de Pymes y otros grupos, busca que el gobierno nacional de marcha atrás con las subas lanzadas a fines del 2018, que incluyen los servicios de electricidad y gas, transporte público y otros servicios. Además de las movilizaciones, los sindicatos que lanzaron el plan de lucha irán a la justicia contra las subas, que acumulan cifras escalofriantes, como la luz, que desde que Mauricio Macri es presidente creció un 3.500 por ciento.

En medio de las protestas, un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) alertó que desde el 2015, el impacto de los servicios públicos domiciliarios en los salarios viene creciendo, y en algunos casos supera las 10 veces.

El trabajo de la entidad, perteneciente a la CTA de los Trabajadores, asegura que hoy los trabajadores, registrados o informales, deben usar en promedio un 13,3 por ciento de sus ingresos para estos servicios, mientras que hace tres años usaban el 1,9 por ciento de sus sueldos.

Este avance tiene un mayor impacto en los salarios más bajos, o en los trabajadores que cumplen tareas de forma irregular, popularmente llamados “en negro”. Además, el centro advierte que todos los incrementos anunciados por el gobierno están por encima de la inflación, y que peligran los subsidios para las familias humildes, como la tarifa social.

Cada una de las variables

El informe de CIFRA analiza la suba de servicios de luz, gas y agua y cloacas para la zona metropolitana, a partir de la política de quita de subsidios que comenzó con la llegada de Macri al gobierno. Para el centro de la CTA, “los subsidios no siempre pudieron disminuirse por los efectos de la devaluación, pero las tarifas sí aumentaron notablemente, y sin pausa”.

Así, en esta nueva andanada de subas, afectan especialmente a los trabajadores, ya que nos niveles de suba, por encima de la inflación, se contrastan con la pérdida de los salarios reales. “Si se considera la suma de los pagos por electricidad, gas y agua para un consumo moderado de una familia tipo del conurbano bonaerense, el aumento entre octubre de 2015 y el mismo mes de 2018 equivale casi a 17 mil pesos adicionales de lo que gastó una familia tipo durante todo el año, medido en valores de diciembre de 2018”, remarcó el trabajo, al que tuvo acceso Gestión Sindical.

Por esta suba, el peso de estos servicios sobre el salario registrado privado “pasaría del 1,2 por ciento en 2015 al 8,1 por ciento en 2019, de cumplirse las proyecciones del gobierno”. En tanto, la proporción sobre el ingreso laboral promedio (incluye también a asalariados no registrados y trabajadores independientes) “pasaría del 1,9 por ciento en 2015 al 13,3 por ciento en 2019”, es decir, más de 10 veces.

“Considerando el salario promedio de los trabajadores registrados del sector privado, que en octubre de 2018 era de 27.880 pesos netos, la participación de la suma de estos tres servicios (electricidad, gas y agua y cloacas) pasó del 1,2 por ciento al 6,9 por ciento”, expresó el trabajo de CIFRA. En tanto, si se considera “el ingreso promedio de la ocupación principal (que abarca a todos los ocupados, sean o no asalariados y sean o no registrados), que en octubre de 2018 rondó los 17 mil pesos, la participación ascendió del 1,9 al 11,3 por ciento”.

“En base a las proyecciones mencionadas para octubre del año que viene, el peso de estos servicios alcanzaría el 8,1 por ciento considerando el salario registrado y el 13,3 por ciento el ingreso promedio del total de ocupados, si se cumpliera la indicación del gobierno de incrementar los salarios sólo en 23 por ciento”, agregó el informe de CIFRA.

Reacción de los gremios

Una vez anunciados los aumentos de las tarifas, los gremios combativos de la CGT, nucleados en el Frente Sindical para el Modelo Nacional, junto con las dos CTA, sectores Pymes y movimientos sociales, lanzaron un plan de lucha, que incluye movilizaciones todos los jueves de enero, denominadas marcha de antorchas. Las dos primeras tuvieron lugar en la Ciudad de Buenos Aires y Santa Fe (en la capital provincial y Rosario) y esta semana se trasladarán a Mar del Plata. Luego, tendrán lugar en Bariloche y Mendoza y Córdoba.

“No hay ningún trabajador que pueda afrontar con su salario una suba de tarifas como la anunciada ni pequeña o mediana empresa que pueda sobrevivir a tamaña destrucción del consumo y del mercado interno”, denunció la Corriente Federal, el espacio que lidera el bancario Sergio Palazzo y que forma parte de este espacio multisectorial. En tanto, la fracción Perón de la CTA Autónoma realizó su propia protesta hoy miércoles, con una radio abierta frente a la secretaría de Energía y Minería. “Nosotros entendemos la energía como un derecho humano”, destacó el secretario Adjunto de la CTA Autónoma de la Capital Federal, José Peralta.

En diálogo con Gestión Sindical, el dirigente aseguró que la electricidad y el gas “no pueden tomarse como una mercadería, y ponerle el valor que quieran, sin la garantía que lleguen a todos los hogares. Con estos valores está siendo cada vez más excluyente”. Sobre el impacto del tarifazo en los salarios de los trabajadores, Peralta sostuvo que además del alto valor “no hay soluciones reales en los servicios”.

Un panorama cada vez más negro

“No hay grandes cambios, no hay inversiones, lo único que se producen son los enormes superávit de los balances de las empresas que distribuyen la energía, con ganancias extraordinarias, una transferencia de fondos de los más necesitados a los más pudientes, lo que garantiza el gobierno”, dijo Peralta. La idea era realizar una radio abierta, pero un cordón policial cercó la zona de la secretaría, haciendo que la actividad se hiciera a medias. “Es una muestra más de lo que sucede cuando queremos expresarnos en contra de las políticas del gobierno”, remarcó Peralta.

Por último, para CIFRA, la suba de las tarifas estuvo por encima de la inflación real, y en algunos casos (electricidad para zonas residenciales) superan el 2.300 por ciento. Otros informes hablan de una suba del 3.500 por ciento para ese mismo servicio desde que Mauricio Macri es presidente, como el trabajo elaborado por la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV).

Además, el centro de la CTA alerta que este panorama crítico para los hogares de trabajadores se agrava por la posible baja en la cantidad de beneficiados de la ayuda destinada a estos servicios, como la tarifa social u otros planes. “Mediante la ley de presupuesto la tarifa social eléctrica fue traspasada a las provincias. De este modo, en el marco de un fuerte ajuste presupuestario, el Estado nacional se desentiende de esta política y aún no queda claro qué provincias podrán afrontar o no el costo de sostener estas bonificaciones”, explicó el informe.

Por último, el mismo presupuesto –aprobado con ayuda de sectores opositores como el Peronismo federal – incluyó “un recorte muy significativo en el presupuesto del programa Hogar, destinado a los subsidios a la garrafa”. “Puede entonces concluirse que también se pretende avanzar en la eliminación de los subsidios, dirigidos a los sectores más vulnerables que no tienen acceso a la red de gas natural”, cerró el trabajo de CIFRA.