Lo dijo Sixto Irrazábal, secretario general de Uocra Rosario. La realidad afecta a miles de obreros de la construcción del Gran Rosario.
La paralización y el recorte de obras públicas a nivel nacional, los despidos de trabajadores y el impacto de la inflación y la devaluación preocupan al sector constructor, y sobre todo a miles de obreros del Gran Rosario. “Hay menos trabajo», sentencian desde la Uocra Rosario sin medias tintas.
«En el sector privado, donde tenían que trabajar doce albañiles, ahora son seis o siete, y eso se siente en las tareas de los que permanecen, así como en la pérdida de empleo, y hay proyectos de obras que no son tratados en el Concejo y se frenan” lamentó el secretario general de Uocra Rosario, Sixto Irrazabal, en diálogo con Ariel Bulsicco en Sí 98.9.
En este marco además, el delegado de la construcción precisó que “ante la falta de trabajo, por parte de las constructoras empieza a haber abusos, los empresarios dejan de respetar algunos acuerdos, sobre todo en muchos casos que hay subcontratistas y no respetan las normas de trabajo, y no tienen respaldo para las certificaciones”.
Recordó además que se trata de un sector con mucha oferta, ya que “a Rosario están viniendo obreros a trabajar desde otras provincias, porque es ciudad portuaria y hay más trabajo que en otros lados. Eso genera una guerra del pobre contra el pobre”.
Sobre la decisión del Gobierno Nacional de otorgar un bono de fin de año, Irrazabal sospechó: “No sé cómo lo van a pagar, los pequeños empresarios no saben cómo pagar el aguinaldo, y esto que se suma salió a último momento a los ponchazos. Lo estamos pidiendo, y muchas empresas lo van a pagar, pero me pregunto cómo se los van a dar a los que están en negro.
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