Gaelle y Canale, dos ejemplos de cómo la “Macrisis” golpea al mercado laboral
Sus empleados están acampando desde hace semanas para intentar revertir los despidos masivos y recuperar la producción. No tienen diálogo con la patronal, y las autoridades laborales no toman cartas en el asunto. Los despidos son parte de la realidad del mercado laboral del sur del Conurbano. Para colmo, un informe adelanta que la tasa de desocupación en 2019 podría ser la peor en 15 años.
Separadas por menos de 20 kilómetros, dos carpas resguardan casi al mismo tiempo a un puñado de trabajadores, que resisten el cierre de su fuente de trabajo. En una, los empleados de Gaelle, fábrica de zapatillas, denuncian que los despidieron sin pagarles la indemnización completa, mientras el dueño del lugar importa productos y los acondiciona en otras instalaciones. En la otra, los trabajadores de Canale hacen guardias ante las versiones de un posible desalojo, y cuida que no se lleven las máquinas, lo único que les hace mantener la esperanza de reactivar la planta.
Ya sea en Avellaneda o en Llavallol, la realidad de la actual crisis económica golpea al mercado laboral, y deja cada día más argentinos en la calle. La realidad se vive en especial en el sector Pyme, pero atraviesa a todas las áreas de la producción. La “Macrisis” –como la llaman algunos –tendrá un efecto duro en el empleo, al punto que un informer alerta que para el año que viene la tasa de desocupación será la peor en los últimos 15 años.
Por estas horas, los acampes de Gaelle en Avellaneda y Canale en Llavallol viven momentos claves. En ambos casos el sector empresarial dejó a los despedidos sin respuesta, y abandonaron los lugares de trabajo, mientras que las autoridades provinciales no definen la situación.
En el caso de la fábrica de zapatillas, el viernes pasado hubo una marcha por el centro de la localidad de Avellaneda para pedir que la familia Lopes se haga responsable por los 60 despidos. Jorge, trabajador cesanteado, le confirmó a Gestión Sindical que esta semana, en la última reunión en la sede local del Ministerio de Trabajo provincial, la empresa no se hizo presente.
“Están importando material, y lo mandan a terminar a otro lugar. Nos dejaron en la calle y ni siquiera nos pagaron la indemnización completa”, agregó. El conflicto comenzó hace unos meses, cuando comenzaron a producirse atrasos en los pagos.
Los trabajadores recuerdan que el año pasado hubo un conflicto por el despido de 20 empleados, y eso dejo “la relación con la empresa tensa”. Ahora, por las condiciones económicas, se decidió dejar de producir, y se cerró la planta. Algunos sostienen que las terminaciones se hacen en “talleres clandestinos de la zona”, pero en la causa iniciada no pudo corroborarse.
En la planta de la calle Mario Bravo, el acampe recibe la solidaridad de dirigentes sindicales locales, y referentes políticos de la región y la provincia de Buenos Aires. Esta semana estuvieron nuevamente el diputado provincial Miguel Funes y los concejales de Unidad Ciudadana de Avellaneda Matías Murabito y Juan Acosta.
Algo similar ocurre en la permanencia pacífica de los empleados de Canale, en la localidad lomense de Llavallol. Allí, los casi 100 trabajadores recibieron hace unos días los telegramas de despido, en medio de un largo conflicto comenzado en abril de este año.
Como sucede en Gaelle, la empresa no se presentó en la última reunión convocada por la delegación del Ministerio de Trabajo, que este lunes dictó la conciliación obligatoria.
Lo extraño es que la fábrica está sin producir desde hace meses, y pese a la orden de la cartera laboral la situación no cambió.
Por el momento, los empelados custodian que no se lleven las máquinas, y esperan una respuesta de las autoridades. Por el momento, no hay novedades sobre los tres meses de salarios adeudados, ni de las indemnizaciones.
En las últimas horas, hubo versiones sobre la posibilidad que se desalojara el acampe, lo que generó la presencia de dirigentes sindicales y políticos, para evitar incidentes. Los representantes de los trabajadores dicen que no los pueden sacar “porque no estamos tomando la fábrica, ni ocupando un lugar de la empresa. Estamos en la vereda pacíficamente”.
Sobre estas versiones, le apuntaron a algunos sectores “que quieren hacer un negocio con Canale, desguazarla y comprarla fundida”. En este sentido, fuentes cercanas al expediente de la firma le aseguraron a Gestión Sindical que existió un grupo empresarial interesado en comprar, pero que el conflicto “lo desalentó”.
Los trabajadores responden que a diferencia de lo que sucedió en Mendoza, donde las tres plantas de la empresa fueron declaradas en quiebra pero con continuidad laboral, en el caso de Llavallol “la justicia juega para la patronal”.
Estos casos se suman a otros y hacen difícil saber a ciencia cierta cuánto desempleo hay en la región, una de las más castigadas por la recesión económica.
Para colmo, la perspectiva es peor. Según un informe de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) el desempleo alcanzaría en el 2019 “el nivel más alto de los últimos 15 años”.
Los datos fueron recabados por el Observatorio de Comercio Exterior, Producción y Empleo (CEPE), organismo dependiente de esa casa de estudios, y plantean tres escenarios posibles. En el más optimista de ellos las perspectivas económicas para el 2019 son negativas.
En el negativo, el trabajo, al que tuvo acceso Gestión Sindical, plantea el fracaso del programa de gobierno, la recesión se mantendría durante el 2019, evidencia que el salario real seguiría contrayendo, el PBI caería hasta niveles de 2010 (-4,6 por ciento) y el desempleo sería superior al registro de 2004 (desempleo del 13,8 por ciento), sumando así 890 mil nuevos desempleados”.
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