El SENASA realiza 130 despidos y desde ATE denuncian un virtual desmantelamiento del organismo
Las cesantías son en todas las delegaciones del país, en su mayoría monotributistas contratados. De esta forma, están paralizados los programas de control sanitario de carnes y productos agropecuarios. El gremio estatal realizará la denuncia ante organismos internacionales. En diciembre, hubo más de 3 mil despidos. La CGT y la CTA repudiaron la situación.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
El viernes pasado, casi al cierre del año, el SENASA difundió una lista de 130 despidos, la gran mayoría en el interior del país. En el marco de los despidos masivos que se dan en varias dependencias del Estado nacional, el organismo encargado de controlar la calidad sanitaria animal y agropecuaria quedó en una situación muy delicada, ya que según denuncian desde el gremio ATE por los despidos y la reducción de los fondos la dependencia “está prácticamente paralizada”, con el riesgo que esto genera. Hoy miércoles hubo una reunión en la sede central, sin mayores novedades. Los despedidos son monotributistas que realizan tareas en las dependencias de Formosa, Chaco, entre Ríos, entre otros, y pertenecen a los programas de control. La situación es una de las más tensan, ya que desde ayer al actividades en todo el país. Un informe asegura que los despidos en diciembre del año pasado superaron las 3 mil, entre empleados estatales y del sector privado. La CGT y la CTA repudiaron los despidos masivos, pero por el momento no hay medidas concretas en conjunto por parte de las centrales.
“Las cosas están muy complicadas”, le dijo a Gestión Sindical una del SENASA, en la previa a la reunión que mantuvieron los representantes de los trabajadores con funcionarios del organismo. Durante el martes y el miércoles, las distintas delegaciones de ATE en todo el país realizaron asambleas y distintas actividades contra los despidos, que afirman deja a la oficina prácticamente paralizada. “Tenemos despidos en todas las regiones del país, están dando de baja contratos de monotributistas que forman parte de varios programas de control animal y agropecuario”, agregó la misma fuente. Ante esto, muchos de los controles están hoy paralizados, por lo que se puso al país en “riesgo sanitario y zoofitosanitaria” por la falta de controles. Por esto, la seccional SENASA del gremio ATE adelantó que elevará una denuncia a organismos de control internacional, que podrían frenar las exportaciones del país.
“El SENASA está desfinanciado y por su desfinanciamiento se están cayendo programas esenciales para el control de enfermedades y plagas”, denunció el gremio mediante un comunicado, que lleva la firma del titular de la seccional, Jorge Ravetti. Por los despidos, dice el gremio, el organismo “acaba de levantar las barreras de Villa Olivari y Yapeyú (Corrientes) de San Jaime de la Frontera (Entre Ríos) y de 7 de Abril (Tucumán) entre otras despidiendo al personal que efectuaba estos importantes controles. Además, intenta transferir esta responsabilidad de monitoreos y control de la plaga en la Fundación Citrícola (ente privado), quienes resisten tomar semejante responsabilidad, porque les no garantizan los fondos para hacerlo (esta es una responsabilidad indelegable del Estado)”. Del mismo modo corren el mismo riesgo otros programas sanitarios que controlan plagas como el picudo de Algodón (que afecta la producción algodonera); mosca de los frutos (que afecta la producción frutohortícola del país) y Lobecia Botrana, plaga que afecta la producción de vides.
Desde el SENASA le confirmaron a este portal que luego de la reunión en Casa Central, se mantiene activos los conflictos en las regionales de Salta-Tucumán, Chaco-Formosa, Entre Ríos-Corrientes-Misiones, San Juan-Mendoza, Santa Fe-Rosario, Buenos Aires-CABA y Rio Negro. “Estamos en presencia de un SENASA que, con las políticas que implementa, se desentiende de responsabilidades indelegables del Estado (control y erradicación de enfermedades y plagas zoofitosanitarias), despidiendo personal técnico profesional e intentando poner esa responsabilidad de control y erradicación en entes privados que no garantizan al mundo la seriedad y credibilidad necesaria para cumplir con las aspiraciones presidenciales de convertir a la Argentina en supermercado del mundo”, se quejó la dirigencia sindical.
Despidos masivos
El caso del SENASA parece ser el más dramático en el Estado nacional, que antes de fin de año registró despidos “a cuenta gotas”, en casi todo el organigrama. Los estatales son los principales afectados de esta situación, pero no los únicos. Según un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en el último mes de 2017 se registraron 3.346 despidos, tanto en el sector público como en el privado. Si bien la cifra es similar al acumulado de noviembre, uno de los datos que encendió las alarmas es que de los 1.442 despidos en el sector privado, el 75 por ciento (1.070 empleos) se dieron en industrias fabriles. “En esta área el deterioro laboral dobló las cifras del mes anterior”, explicó el trabajo, al que tuvo acceso Gestión Sindical. Dentro de la industria, el rubro alimentos y bebidas encabezó los despidos, c. Le sigue el caso de los despidos de BRF, en el sector frigorífico. Y finalmente, en la actividad textil, Kalpakian y Medias Ciudadela (que incluye 70 suspensiones).
De todas formas, el índice de despidos estuvo encabezado por el sector público, donde se registró el 60 por ciento de los casos. Es decir, 1.904 cesantías. Sus principales responsables, el Estado nacional (557 en ministerios y 654 en organismos descentralizados) y la administración pública de la provincia de Buenos Aires (564). Aunque el informe del CEPA acumula despidos muy recientes en el tiempo, la cifra todavía podría quedar corta ya que este 31 de diciembre se vencían una gran cantidad de contratos temporarios (calculan cerca de medio millón en todo el país, de los cuales 90 mil son del Estado nacional).
Ante esta situación, las centrales obreras marcaron su descontento. “La CTA Autónoma de la provincia de Buenos Aires se solidariza con los y las trabajadoras que se encuentran dando la pelea por la fuente laboral, en el marco de más de mil despidos en áreas del estado Nacional, provincial y local en territorio bonaerense”, sostuvo en un comunicado la central que comanda el estatal Oscar de Isasi. “La modalidad que emplean son de baja de contratos, desligándose de cualquier tipo de resarcimiento económico. De esta forma, avisan por mail o nota apenas unos días antes de la finalización de los contratos, que se ‘prescinden’ de sus servicios, a trabajadores con hasta 20 años de antigüedad. Incluso en algunos casos la baja del contrato es advertida por un policía con listas en las puertas de los organismos. Al mismo tiempo se disuelven entidades del Estado claves en áreas como Educación, salud, desarrollo social, y se unifican secretarías generando un ‘achique’ concreto del Estado, denunció la CTA. “Los despidos masivos en el sector público, y también en el sector privado, sumado a la aprobación de leyes que van en detrimento del sector trabajador como la reforma previsional a nivel nacional y la reforma de ley de ministerios en provincia de Buenos Aires, no solamente nos preocupa sino que nos obliga a estar en estado de alerta y movilización en la defensa de los intereses de clase”, agregó.
En tanto, en las últimas horas del 2017, la CGT emitió un comunicado en el que critica los masivos despidos en la administración pública y en la actividad privada. «Un fin de año con despidos sobre la mesa» se titula el texto de la central conducida por el triunvirato de Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña. Según afirman en su mensaje de fin de año, los despidos en TDA y Fabricaciones Militares anunciados días atrás se dieron «en forma inoportuna y contradiciendo el discurso oficial». «El achicamiento del Estado se hace no solo a expensas de sus destinatarios, esto es la población en general, sino de los propios trabajadores públicos que pierden sus empleos y con ellos ganan en la incertidumbre de su porvenir», señaló el trío sindical. Asimismo, le dedicaron algunas palabras al sector privado, del que dicen que tuvo «actitudes similares» al Gobierno en materia de despidos, con ejemplos como los de Grimoldi, Ledesma, y Vasalli Fabril.
Hacé tu comentario