28 de Marzo
de 2024
Actualidad.

Trabajadores de Cresta Roja rechazan nueva gerenciadora y denuncian complicidad sindical

10. 04. 2018

Desde la agrupación Cresta Unida se quejaron de la decisión de la justicia de otorgar el control de la firma a Tres arroyos, luego del fracaso de Proteinsa. Aseguran que hasta el momento el manejo de la avícola “fue una gran estafa”, de la cual fueron parte los tres sindicatos que operan en el lugar. “Vienen a terminar con el activismo sindical”, alertaron.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

Desde hace un par de días, la empresa Tres Arroyos asumió el control de la avícola Cresta Roja, la firma que pasó de ser el símbolo de la reactivación económica a una causa casi perdida. En los últimos meses, los problemas financieros de Proteinsa, que se hizo cargo del gerenciamiento con promesas de pago de salarios caídos y reincorporación de personal, terminaron por sentenciar su salida. Ahora, con el aval de la jueza que entiende en la causa por la quiebra, autorizó provisoriamente a los nuevos concesionarios comenzar a operar, al mismo tiempo que prepara un acuerdo con los gremios del sector. Pero los trabajadores desconfían de las intenciones de la nueva patronal. Algunas agrupaciones alertan que los nuevos dueños vienen con un plan “para desarmar el activismo sindical”, y denunciaron que la vieja firma a cargo de la planta nunca pagó lo prometido. Incluso aseguran que los tres sindicatos que actúan en el lugar “son cómplices” de la situación. El destino de Cresta Roja interesa y mucho en la Casa Rosada, al punto que fue uno de los temas centrales del encuentro que tuvieron la semana pasada el presidente de la Nación, Mauricio Macri, y el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, ya que Tres Arroyos es oriunda de esa provincia.

En estas horas la firma Tres Arroyos tomará el control operativo de la firma ubicada en Ezeiza y Esteban Echeverría, que ser la principal firma del sector pero que hace unos años entró en una crisis de la que no puede salir. La llegada de Proteinsa a la conducción no solucionó los problemas vigentes, entre ellos la reincorporación de centenar de despedidos y el pago de salarios caídos Los nuevos gerenciadores llegaron con promesas de de normalizar la situación, pero los trabajadores no confían. En un clima de tensión, esperan las primeras medidas de los nuevos dueños, que llegaron gracias al visto bueno de la jueza de la causa por la quiebra, Valeria Pérez Casado. “La gente está muy cansada, la firma anterior se fue sin pagar los salarios caídos, y no reincorporó a ninguno de los cesanteados. Se llevaron subsidios sin poner un mango en la firma”, sostuvo un integrante de la agrupación Cresta Unida, que rechazo la decisión judicial. En estricto off, este integrante le dijo a Gestión Sindical que la nueva firma “viene con un plan para terminar con el activismo sindical, como parte de su modelo de negocios”. El acuerdo para que llegue la nueva patronal, dicen desde este espacio, cuando con el aval de los tres gremios que operan en la planta: el gremio de la alimentación, de la carne y UATRE. “Acordaron con la empresa con la excusa que si no se produce se va a la quiebra. Trabajan para la patronal”, aseguraron.

Además, desde este espacio criticaron la anterior gestión, a la que consideraron “una estafa”. “Poco duro la ilusión que vendieron de la mano de los Perea (dueños de Proteinsa), quienes se quedaron con la licitación impulsada por la jueza Pérez Casado incumpliendo absolutamente todas las cláusulas del acuerdo que establecía la misma”, denunciaron. Las promesas de reincorporación de personas y de pago de indemnizaciones y salarios caídos no se cumplieron, lo por lo que se considera el paso de esta firma “una gran estafa”, en la que son cómplices “el gobierno y los gremios”. En estos momentos, en las dos plantas de Cresta Roja se espera que se formalice el traspaso, y que se comience con las nuevas directivas, que ya anunciaron que por el momento no habrá reincorporaciones. Como ejemplo de esto afirman que hace un mes la faena de pollos está paralizada.

Según se conoció la semana pasada, la firma Tres Arroyos, que ya había participado en la primera licitación, se hará cargo de Cresta Roja, ante los problemas financieros de Proteinsa. Los primeros planes que trascendieron hablan de una reducción de personal como primera condición para aceptar hacerse cargo de la firma. Delegados de la empresa confirmaron a Gestión Sindical que una de las primeras oferta fue el pago de lo adeudado en 24 cuotas, y la necesidad de que todos los empleados acepten las condiciones. “Es un chantaje, además de una estafa, porque los compañeros que están fuera de la planta siguen igual”, agregaron las fuentes consultadas. Otra condición, denuncian desde esta agrupación, es terminar con los que siguen peleando contra los planes empresariales.

El tema es tan importante para el gobierno que el propio presidente Macri habló con el gobernador entrerriano Bordet sobre el plan de salvataje. Ocurrió en Misiones, donde los funcionarios discutieron sobre los avances de las obras de hábitat y de construcción de viviendas que el gobierno nacional está realizando en la provincia, y donde se tocó la situación de la empresa avícola Cresta Roja. Tres Arroyos siempre estuvo “merodeando” compra. Tal es así que, a principios de 2018, asumió parte de la faena de pollos cuando la controlada por Proteinsa entró en una espiral de conflictos laborales. Los nuevos dueños mantienen, según informan en el merado, una importante política de acuerdos comerciales con compañías de Europa, América, Asia, África y Oceanía.

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