20 de Abril
de 2024
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Por devaluación y tarifas, los docentes exploran mecanismos para indexar los salarios

11. 01. 2016

Los gremios nacionales aspiran a una suba del 40% y no descartan partir la negociación en dos tramos. El objetivo es monitorear la evolución de los precios. El Gobierno, en cambio, rechaza aumentos mayores al 30% y aprovecha el compás de espera sindical.

Por efecto de la devaluación y el temor a los anunciados aumentos de tarifas, los gremios nacionales de maestros comenzaron a sondear la posibilidad de desdoblar la paritaria, con el fin de mantener actualizados sus salarios ante el cambiante escenario económico.

Se trata de una modalidad de negociación que el año pasado se extendió tanto al sector público como privado y que ahora el Gobierno evalúa replicar para postergar el cierre de la discusión salarial y evitar que se instale una referencia superior al 30% en el inicio del año.

La secretaria general de Ctera, Sonia Alesso, afirmó el jueves que una negociación paritaria semestral «es una alternativa viable» en el actual contexto económico, pero a diferencia de las expectativas oficiales, advirtió que cualquier propuesta por debajo del 35% será rechazada.

«Es un modo de discutir un porcentaje ahora y volver a juntarse, especificándolo como otra paritaria, a mitad de año «, enfatizó.

Los sindicatos docentes nacionales se reunieron el jueves con el ministro de Educación Esteban Bullrich, a quien le ratificaron que defenderán el poder adquisitivo de los maestros, en medio de la ola de despidos que sacude a los empleados públicos pero que también afectó a 1.600 maestros en Mendoza.

Las entidades gremiales le plantearon al ministro que en vista a «cómo se aplicaron las medidas económicas» la mejor opción era «tener una discusión salarial que no fuera a principio de año solamente, sino que semestralmente o trimestralmente uno pudiera estar monitoreando el salario para que no haya una pérdida del poder adquisitivo».

Los «acuerdos cortos» ganaron protagonismo el año pasado ante el endurecimiento de la gestión de Cristina Kirchner, que optó por enfriar las negociaciones salariales y obligó a los gremios a pactar sumas transitorias, en lugar de cerrar un porcentaje fijo para todo el año. Ese fue el caso de bancarios, docentes bonaerenses, bancarios y metalúrgicos.

De ese modo, el kirchnerismo aplacó inicialmente las expectativas salariales, por lo que ahora el macrismo no descarta retomar la política de sus antecesores. Cambiemos apuesta a que las demandas se apaciguen a medida que se desacelere el ritmo de inflación.

En esa línea, los funcionarios ven con optimismo el compás de espera que se abrió en el campo sindical. Pese a los recortes masivos en el Estado y las quejas por las subas de precios, hasta ahora ninguna central obrera adoptó medidas de fuerza.

Con todo, el resultado de las paritarias no está todavía dicho. Uno de los problemas que tiene por delante el macrismo es que, en caso de no domar los precios, corre el riesgo de que las «mini paritarias» deriven en crecientes reclamos salariales.

Según trascendió, los maestros pedirían un aumento en torno al 40%, además de la quita del Impuesto a las Ganancias para los trabajadores del sector alcanzados por este gravamen.

En paralelo, los diferentes sindicatos provinciales tensaron en las últimas horas la presión ante los gobernadores, con pedidos de aumentos del orden de entre 30% y 50%.

El salario de un maestro que se inicia es de $ 6.060 en la mayoría de las provincias del interior, de $7.500 en la provincia de Buenos Aires y de $ 8.300 en Capital Federal y Santa Fe.

El secretario general de UDA, Sergio Romero, pidió a Bullrich que «se reconozca que el salario docente está atrasado» y advirtió que «de continuar esta situación, corre riesgo el inicio de las clases».

La paritaria nacional del año pasado cerró tempranamente con una suba del 27,72% en dos cuotas, uno de los incrementos más bajos de la economía.

Incertidumbre
La lectura entre los sindicalistas de la educación es que el contexto económico actual plantea «una situación difícil para discutir la paritaria», por lo que aseguran que recién en enero se podrá definir «cómo se perfila el año» y precisar un porcentual de aumento para el sector.

El secretario de prensa de la UTE, Mariano Denegris, explicó que «desde la última reunión a la de este jueves los precios siguieron aumentando», por lo cual si ponían una cifra sobre la mesa quedaría «desactualizada en el próximo encuentro».
«Cuánto va a subir la luz, la nafta y cuánto va a subir el boleto de colectivo y subte por la quita de subsidios. La paritaria deberá compensar esas subas. Por ahora estamos esperandoel impacto de esas decisiones», concluyó el dirigente gremial.

Entre otros números, los sindicatos prestan atención a la consultora de Orlando Ferreres que proyecta para 2016 una inflación del 38% y Economía y Regiones, fundada por el ministro del Interior Rogelio Frigerio, que estima un 40%.

Las consultoras privadas calculan que la inflación de diciembre fue de entre el 4 y el 6,9%. El Relevamiento de Precios Minoristas del Estudio Bein registró una suba de 3,8% mensual, la mayor en los últimos 23 meses.

En tanto, la CGT liderada por Hugo Moyano fijó la canasta total para una familia tipo en diciembre en $10.570, muy por encima del piso salarial de los docentes a nivel nacional.

El líder camionero se enfrentó en los últimos días al ministro de Economía, Alfonso Prat Gay, luego de advertir que los reclamos salariales podían poner en riesgo el empleo.

En la misma línea, el titular de Suteba, Roberto Baradel, aseguró que el funcionario es «neoliberal» y lo acusó de comportarse como un «capataz de estancia».
«Hay un ajuste, hubo aumento de precios, devaluación, una transferencia de recursos a los sectores de mayor capacidad contributiva, y ninguna medida que favorezca a los trabajadores», dijo a iProfesional.

No obstante, se mostró cauto a la hora de evaluar medidas de fuerza y, al ser consultado sobre la posibilidad de pactar una suma puente, sostuvo que la aceptaría «siempre que no perjudique a los trabajadores».

Bonos
Al igual que otros gremios, los maestros le pidieron al ministro de Educación una «ayuda extraordinaria» para enero y febrero pero el funcionario la volvió a negar, aunque adelantó que posiblemente el incremento de salario puede regir a partir de febrero.

«Solicitamos al ministro que se declare la emergencia salarial docente en todo el territorio nacional debido a que la realidad económica actual hace que el docente no pueda soportar la cotidianidad con $6.060», dijo Romero.
Los bancarios cobraron la semana pasada una suma puente de $5.500, como parte de la negociación paritaria que iniciarán el 20 de enero. En tanto, los trabajadores del subterráneo realizaron un paro el jueves pasado para reclamar un bono de $10.000.

Los reclamos de sumas compensatorias comenzaron a extenderse tras las elecciones de noviembre y cobraron un mayor impulso luego de la devaluación de la moneda del 42% a mediados de diciembre, que impactó de lleno sobre los precios de la canasta alimentaria.

Fuente: iProfesional

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