19 de Abril
de 2024
Fuera de Megáfono.

El moyanismo y la Corriente Federal presionan para sumar a la CGT a su plan de lucha

20. 05. 2018

Quieren que la central obrera participe de la jornada nacional lanzada para este 25 de mayo. De esta forma, buscan evitar la ruptura dentro del espacio cegetista. “Algunos dirigentes no se enteraron que los trabajadores la están pasando mal”, se quejaron. A la convocatoria de los gremios su suman movimientos sociales y empresariales.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

El movimiento del 21 de febrero, llamado así por la fecha que se movilizó este año, va camino de convertirse en una gran multisectorial, con un claro perfil opositor. Los integrantes del sector anunciaron para este viernes 25 una jornada nacional de lucha, que a los gremios sumará el apoyo de movimientos sociales y políticos, que buscarán marcarle la cancha al gobierno nacional. El rechazo al tarifazo y la negociación con el FMI marca que a los objetivos sindicales se suman consignas más políticas, y le van dando forma a un espacio con fuerte poder de movilización y de presencia en la calle. Este lunes, los integrantes del #21F se reunirán para cerrar detalles de la jornada, y algunos llevarán una idea; sumar formalmente a la CGT en su plan de lucha. Es que más allá de las claras diferencias con el triunvirato conductor, el moyanismo y la Corriente Federal quieren mantener unida a la central obrera, e incluso piensan en meterse en el proceso de normalización, que finalizará el próximo 22 de agosto, cuando se intente llevar adelante un congreso normalizador.

Según informaron desde el entorno del espacio, este lunes los gremios que se nuclean detrás de Camioneros, los integrantes de la Corriente Federal del bancario Sergio Palazzo y las CTA de Hugo Yasky y la de Pablo Micheli se reunirán en el gremio de curtidores de la localidad de Avellaneda con representantes de organizaciones de pymes y cooperativa, clubes del barrio y con sectores de la iglesia católica para terminar de darle forma a la jornada denominada “La patria está en peligro”, que buscará una gran foto de los espacio que ya no ocultan el descontento con la política económica del gobierno de Mauricio Macri. Algunos insisten en dejar de lado a espacios muy relacionados con el kirchnerismo, y hacer que la CGT sea parte de la pelea. “Queremos que la CGT haga lo que tiene que hacer, y no lo hace, están haciendo tiempo, ‘surfeando’ la crisis. Hay dirigentes que no se enteraron que los trabajadores están pasando un mal momento”, le dijo a Gestión Sindical un dirigente cercano a la Corriente Federal, sobre la necesidad de sumar a la central obrera. El mismo dirigente agregó que más allá de las coincidencias con las dos CTA, “nuestro sentido de pertenencia es la CGT”. “No nos vamos de donde debemos estar. Queremos dar la pelea desde adentro”, agregó.

Como parte de esa movida, desde hace unos días versiones periodísticas hablan que para el congreso normalizador de agosto estos dos espacios presentarán candidatos. Será la dupla Pablo Moyano-Palazzo, que buscarán darle un perfil más crítico a la central obrera. En las dos CTA tomaron con cautela el anuncio, y temen que esto termine generando “una interna por la conducción de la CGT”, que saque del foco el plan de lucha acordado hace unos días, Cuando se anunció la jornada el viernes se dejo en claro que el objetivo es el cambio de rumbo económico. “La crisis autogenerada por el gobierno de Mauricio Macri busca hundir nuevamente a la Argentina en el ciclo de endeudamiento externo, enfriamiento de la economía, ajuste permanente y miseria planificada. La pérdida de poder adquisitivo del salario de los trabajadores y jubilados, los despidos, los aumentos de tarifas a los comercios y Pymes, las dificultades cada día más graves que viven nuestros barrios, el incremento de los niveles de violencia social y represión no son más que la consecuencia de las políticas adoptadas por el Gobierno Nacional. Estos efectos, lejos de revertirse, se profundizarán en los próximos días con la brutal devaluación y el ajuste que implicaría un acuerdo con el FMI”, destacó el documento difundido por los integrantes del movimiento.

En tanto, en el sindicalismo la negociación con el FMI unificó las críticas, y les dio a los dirigentes un punto donde atacar al oficialismo. Es que el temor es que una de las exigencias es que se apruebe la reforma laboral, recientemente presentada nuevamente en el Congreso. “Para nosotros la reforma estaba de antes, es una de las metas del gobierno. El FMI será la excusa para ir más fuerte sobre ella. Pero los gremios no vamos a aceptarla”, le remarcó a Gestión Sindical otro dirigente del espacio. Incluso dirigentes que no son especialmente críticos al gobierno salieron a rechazar esta movida de la Casa Rosada “La llegada del FMI ya la vivimos, porque sus métodos fueron utilizados en los Gobiernos anteriores y eso implicaría ajuste, desempleo y aumento de la pobreza”, planteó Roberto Fernández, titular de la UTA. en declaraciones periodísticas, el dirigente gremial pidió que “el Ejecutivo nos convoque a todos los dirigentes sindicales confederado dentro de la CGT y que nos digan la verdad respecto a la crisis económica y financiera que está atravesando la Argentina para que hayan decidido recurrir al FMI”.

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